Cada jugador dispone de 12 piezas de un mismo color (que llamaremos
blancas y negras) que a primeros de la partida se encuentran en las
casillas oscuras de las tres filas más próximas a él.
Se juega por turnos alternos. Empieza a jugar quien tiene las blancas. En
su turno cada jugador mueve una pieza propia.
Las piezas se mueven (cuando no comen) una posición adelante (nunca hacia
atrás) en diagonal a la derecha o a la izquierda, a una posición adyacente
vacía.
Comer Para comer una pieza contraria debe estar justo delante de
una de tus piezas. Se realiza siempre en dirección de ataque y en diagonal
saltando sobre la pieza que queremos «comer», y cayendo en la casilla
inmediatamente detrás de ella siguiendo la dirección del movimiento de
nuestra pieza. Este movimiento se puede realizar siempre y cuando la
casilla final esté libre (no se puede comer hacia atrás).
Las capturas se pueden encadenar. Esto es, si saltamos una pieza y desde
esa posición podemos saltar una y otra, lo hacemos.
Si podemos, estamos obligados a comer (todas las piezas posibles). Si hay
varias opciones, estamos obligados a comer el máximo de piezas posibles.
En el juego más familiar, cuando un jugador puede comer y no lo hace, el
otro jugador lo deja hacer y cuando ha acabado de hacer el movimiento
erróneo el otro le "sopla" la pieza con qué podía comer. Esto es, lo coge
y la saca del juego. El retirar una pieza por no haber comido no
constituye movimiento. |
Hacer reina Cuando una pieza acaba un movimiento en alguna
casilla de la última fila, se convierte en reina. Esto se suele indicar
poniendo otra pieza encima.
Las reina se mueven siguiendo las diagonales, hacia adelante o hacia
atrás, todos los casilleros que quiera. Cuando la reina come otra pieza
cae inmediatamente en la casilla siguiente.
Final de partida Pierde quien se queda sin piezas sobre el
tablero o no puede mover ninguna.
La partida también puede terminar en tablas si ambos jugadores quedan con
un número igual y muy reducido de piezas, insuficientes para que ninguno
gane. |