En ocasiones tenemos que representar gráficamente magnitudes con un rango de variación tan grande que un sistema de coordenadas cartesianas con escala aritmética, que es el que empleamos habitualmente, no permite apreciar claramente los detalles más relevantes de las magnitudes representadas. Los sistemas de representación digital que manejamos con el ordenador disponen generalmente de un potente zoom que nos permite tanto percibir con claridad los pequeños detalles de lo que tenemos representado como gozar de una representación de conjunto más amplia. Sin embargo, cuando es necesario utilizar una representación estática, por ejemplo sobre papel, ese efecto obviamente no funciona. En esos casos, si el rango de variabilidad es muy amplio es frecuente recurrir a escalas logarítmicas.
Cuando representamos una magnitud sobre una recta utilizando una escala logarítmica, lo que representamos no es propiamente la magnitud, sino el logaritmo de dicha magnitud. Por ello, si utilizamos logaritmos en base 10, que es lo más frecuente, un salto de una unidad en la escala logarítmica equivale a multiplicar por 10 el valor real de la magnitud. De ese modo, las marcas 1, 2, 3, que leemos en nuestra escala representarán realmente los valores 10, 100, 1000... de la magnitud representada. Esa es precisamente la gran ventaja de una escala logarítmica, ya que los logaritmos crecen mucho más despacio que los números a los que se aplican.
Las escalas logarítmicas son utilizadas en diversas áreas y situaciones. Un caso muy conocido es la escala Richter que utilizamos para clasificar los seísmos. Como la cantidad de energía que se libera en un seísmo es tan grande, Richter ideó la forma de calcularla indirectamente a partir de la amplitud de las ondas sísmicas en superficie, utilizando una escala logarítmica. Definió la magnitud M como: M = log A + C, donde A representa la amplitud de las ondas superficiales y C se calcula a partir de la distancia del observatorio al epicentro del seísmo y del periodo de las ondas registradas. Al tratarse de logaritmos decimales, nos podemos dar cuenta de que un seísmo de magnitud 7 en la escala de Richter es 100 veces más intenso que uno de magnitud 5. Podríamos decir que la energía que ha liberado un seísmo de magnitud 7 equivale a la energía liberada por 100 seísmos de magnitud 5 actuando simultáneamente.
Si utilizamos en un eje de coordenadas una escala logarítmica y en el otro eje una escala aritmética se dice que estamos en presencia de un sistema de referencia semilogarítmico. Si en ambos ejes utilizamos escalas logarítmicas, el sistema de referencia es logarítmico. |
Preguntas
|