Es un juego para dos jugadores. Un jugador con dos fichas azules y otro con dos fichas rojas que, como puedes ver, inicialmente están situadas en los extremos de un tablero formado por dos filas iguales de casillas cuadradas.
Para jugar, cada jugador mueve en su turno una de sus dos fichas, hacia adelante o hacia atrás, a lo largo de la fila en que está la ficha. Puede moverla uno o varios cuadros a la vez, pero nunca puede rebasar la posición de la ficha del contrario, ni cambiar de fila.
Gana la partida el jugador que consigue inmovilizar las dos fichas del contrario, es decir, que este no puede mover ninguna de sus dos fichas cuando le toca jugar.
Ganar en este juego no es una cuestión de suerte, sino de estrategia. Uno de los dos jugadores siempre puede ganar si hace la jugada correcta: solo hay una jugada ganadora en cada movimiento y depende de qué haya hecho el jugador contrario en la jugada anterior. Descubrir la estrategia ganadora es ahora nuestro objetivo. |
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